por Gaspar Rivero García *
LA ACTITUD COMO BASE DEL ÉXITO
Una oportunidad para conocer la trayectoria de Mateo, tenista juvenil de la localidad de Berrotarán.
Tuve la oportunidad de conversar con el tenista juvenil Mateo Druetta, de 19 años y oriundo de Berrotarán. “Arranqué a los 5 años, comentó Mateo, mi papá fue el que insistió ya que es profesor de tenis y siempre de chico me llevaba a la cancha a jugar con él”.
A su vez el deportista contó que tuvo la posibilidad de hacer fútbol en una escuelita formativa y después pasó por los clubes locales, Talleres y Belgrano, en este último tuvo la posibilidad de campeonar pero nunca dejó de lado la práctica del tenis.
Le consulté sobre sus fortalezas y debilidades en el juego: “mi golpe más fuerte es el drive con top spin alto, que es dirigido al revés del rival, o también puede ser el drive cruzado, ambos golpes incomodan al rival por el efecto que trato darle; mi debilidad siempre fue el saque, me costó bastante agarrarle la mano”.
Sobre los torneos y las distintas superficies donde participó, Mateo comentó: “Jugué muchos torneos, en distintas instancias, zonales, regionales, provinciales y nacionales, me desempeñe en polvo de ladrillo, en cancha dura principalmente de cemento y en césped”.
En lo económico destacó el apoyo municipal para los viajes a los distintos pueblos donde participar: “La municipalidad siempre se comportó conmigo y con los chicos que entrena mi papá, al ser una escuelita de tenis siempre nos apoyó económicamente para cada torneo”.
Destacamos los logros que ha tenido a nivel zonal, regional y provincial, pero nunca tuvo la posibilidad de conseguir una remuneración basada en el deporte debido al nivel profesional que se debe tener para ingresar a estos torneos, “La diferencia es abismal en torno a los niveles de rivales y de juego de cada uno”, afirmó.
En cuanto a la preparación mental me dio lugar a consultarle por cómo se prepara para cada evento y como manejaba el tema de la frustración: “Hablar con mi papá me motiva mucho, el aliento, consejos antes de cada partido. Soy de apoyarme en la música para despejarme y motivarme antes de cada encuentro”.
“La frustración es durísima en este deporte, todo el peso cae sobre uno mismo”, dice Mateo. “De más grande fue más complicada ya que tenía un cierto grado de madurez y solía fastidiarme en distintos momentos del partido pero con el apoyo de mi papá eso fue cambiando.”
Nos contó que su sueño es competir a nivel internacional y llegar a participar de un Grand Slam, el que más le gusta es el Roland Garros pero el de Wimbledon le atrae por la estética de este torneo. El profesional que lo cautivó fue Rafael Nadal, a quien lo elogio como “un fuera de serie, desde chico me fijé en varios tenistas pero Rafa me encantó: el juego y la actitud es lo que más destaco de él, Rafa sabía que era el mejor e intentaba demostrarlo año tras año”
Nos interiorizamos en sus preparaciones de cada a los torneos que ha tenido a lo largo de su carrera, nos remarcó: “Cuando se acercaba cada competencia mi papá que es mi entrenador me hacía entrenar de 4 a 5 veces por semana para que de lo mejor de mí, es raro entrenar con él por el vínculo que tenemos, siempre me insistió en tener actitud que sin ella iba a ser difícil lograr superarme, siempre me inculcó esto. Con respecto a las comidas, nunca fui de hacer una dieta súper estricta, si me cuidaba pero nunca es que llegue a exigirme en comer tal o cual cosa”.
Para cerrar nos contó que dejó de competir a principios de este año ya que se encuentra en el último año del secundario, sigue entrenando, ayudando a su papa con los niños a los que da clase, entrena con su hermano que está entrando en la adolescencia y que ya ha empezado a competir a nivel zonal, pero no le cierra la puerta a una vuelta en el futuro ya que tiene pensado estudiar y en alguna ciudad ya sea Córdoba o Rio Cuarto como nos dijo puede tener más chances de participaciones en torneos y de entrenamientos más continuos.
* Estudiante de PD – Materia: Deportes Competitivos Individuales