por Tabatha Calderoni *

Historias de otro fútbol (Inclusivo)

Alan Rojo estudiaba Educación Física y era un futbolista en potencia. Pero un ACV le cambió la vida y tuvo que emprender una nueva aventura.

Hace unos años, por amigos en común, conocí a Alan Rojo. Por entonces, Alan estudiaba Educación Física en La Matanza, provincia de Buenos Aires.  Futbolista en potencia que dedicaba todo su tiempo al deporte, a Alan la vida le jugó una mala pasada y en 2021 tuvo un ACV hemorrágico que lo dejó al borde la muerte. Tras varias operaciones, una extensa internación y rehabilitación adaptó su vida a su nueva realidad.

Comenzó una ardua búsqueda de un espacio donde seguir desarrollando su pasión. Así, encontró en el Club Almirante Brown donde practicar fútbol Inclusivo y además comenzó a utilizar sus conocimientos del profesorado en Educación Física. Poco tiempo después fue convocado como DT del equipo masculino para personas con discapacidad intelectual.

Con toda esa historia a cuestas, un domingo recibí la invitación. Ir a ver al equipo que ahora dirige Alan y que participa de la Liga de Fútbol inclusiva de FADDIM (Federación Argentina de Deportes para personas con Discapacidad Intelectual, Síndrome de Down y Autismo.  Almirante Brown, se enfrentaría a Lanús para conservar la punta  y la ilusión de ganar el torneo que los clasifica  a la Copa Rioplatense en la que compiten contra equipos de Uruguay.

Me preparé el equipo de mate, me abrigué y me dispuse a emprender viaje  hasta la sede de San Lorenzo de Almagro, en Boedo. A las 8 de la mañana, los equipos se preparaban y en las tribunas mucha gente, a pesar del madrugón de domingo y del frio. Familiares y amigos de los jugadores esperaban por el puntapié inicial.

Desde el banco de suplentes pude ver el partido y conversar con Alan: ”Entrenamos dos veces por semana, y los trabajos más allá de los de pelota son en general de fuerza, coordinación. Depende la discapacidad se adaptan ejercicios y se puede trabajar súper bien”.

Los jugadores que parecían dejar la vida en cada jugada,  se ponían felices cuando algo les salía bien y miraban a la tribuna buscando en sus familias una mirada cómplice.

El partido culminó con un 7-0 contundente a favor de Brown. Pero eso, con el correr de los minutos había pasado a segundo plano. Es que no se puede dejar de destacar lo emocionante que es ver la fuerza de voluntad de aquellos a quienes la vida les dio capacidades diferentes, las emociones que tienen a flor de piel por el hecho de participar en un torneo, el apoyo incondicional de sus familias que en todo el partido no dejaron ni un segundo de alentar y arengar.

Cuando el partido terminó, Alan me dejó algunas palabras: “Mi ACV me dio la posibilidad de conocer el fútbol a nivel inclusivo. Es lindo trabajar con personas con capacidades diferentes, una experiencia que te transmite mucho y que para quien no conoce, es un mundo que está bueno descubrir”.

————

El equipo de fútbol inclusivo de Almirante Brown fue invitado a participar de la Copa Rioplatense, organizada por FADDIM desde el 2009.

El año pasado participaron tres regiones con un total de 1560 deportistas. Actualmente participan cinco regiones con un total de 3800 deportistas. En 2025 se sumarán 4 regiones estimando una participación de 5000 deportistas. Con esto se busca normalizar la práctica del fútbol en el colectivo de personas con discapacidad intelectual..

* Estudiante de PD – Materia: Comunicación y Desarrollo Comunitario